La relación entre el sistema hormonal y el peso corporal es un tema ampliamente discutido, especialmente en lo que respecta a las mujeres. Muchas personas se preguntan si la progesterona engorda o si su influencia sobre el peso es un mito. Esta hormona sexual femenina, crucial durante el ciclo menstrual, el embarazo y la salud en general, puede verse implicada en cambios en la retención de líquidos, el apetito y el metabolismo. Por eso, es común que quienes atraviesan alteraciones hormonales se pregunten si su aumento de peso tiene relación con el uso de tratamientos hormonales, como los anticonceptivos o la terapia hormonal sustitutiva.
¿Qué es la progesterona y para qué sirve?
La progesterona es una hormona esteroidea producida principalmente en los ovarios después de la ovulación, aunque también en pequeñas cantidades por las glándulas suprarrenales y, durante el embarazo, por la placenta. Su función más conocida está relacionada con la preparación del útero para recibir un óvulo fecundado, además de contribuir a mantener el embarazo.
Además de su papel reproductivo, la progesterona afecta muchos otros sistemas del cuerpo. Influye en el sueño, el estado de ánimo, el funcionamiento cognitivo y el sistema inmunológico. Estas funciones muestran que sus variaciones pueden, directa o indirectamente, influir en el bienestar físico y emocional, así como en el peso.
¿Cómo influye la progesterona en el peso corporal?
Cuando se analiza si la progesterona engorda, es importante entender cómo actúa a nivel metabólico. Un aumento o disminución de sus niveles puede dar lugar a ciertos síntomas, como la retención de líquidos, hinchazón abdominal o cambios en el apetito.
Efectos de la retención de líquidos
Uno de los efectos más comunes de la progesterona elevada es la retención de líquidos. Durante la fase lútea del ciclo menstrual, cuando la progesterona alcanza su pico más alto, muchas mujeres experimentan sensación de hinchazón o subida de peso. Este fenómeno no implica un aumento de grasa real, sino de agua en los tejidos. Aunque es un proceso temporal, puede dar la impresión de que se ha subido de peso.
Ingesta calórica y apetito
Otro aspecto que relaciona a la progesterona con el peso es su influencia sobre el apetito. Durante ciertas fases del ciclo, muchas mujeres reportan un aumento en las ganas de comer, especialmente alimentos carbohidratos o azucarados. La explicación más común es que las fluctuaciones hormonales alteran los niveles de serotonina y otros neurotransmisores involucrados en la saciedad y el estado de ánimo. Como resultado, si la ingesta calórica aumenta de manera regular sin cambios en el gasto energético, sí podría favorecer el aumento de peso corporal.
Tratamientos con progesterona y aumento de peso
La administración externa de progesterona en forma de anticonceptivos o tratamientos hormonales sustitutivos también ha sido estudiada frecuentemente en relación con los cambios en el peso corporal.
Anticonceptivos hormonales
Diversos anticonceptivos orales contienen progesterona sintética (progestina) y, en ocasiones, estrógenos. Algunas mujeres han reportado aumento de peso tras el inicio de estos métodos, y aunque la evidencia científica es variada, sí existen razones fisiológicas para estas observaciones. La acción de las progestinas puede, en ciertos casos, producir alteraciones en el metabolismo lipídico y en la sensibilidad a la insulina, afectando la forma en que el cuerpo almacena y utiliza la energía.
Terapia hormonal en menopausia
En mujeres que atraviesan la menopausia, es común usar terapia con hormonas como la progesterona para aliviar síntomas asociados al cese de la menstruación, como sofocos o cambios de humor. Algunas pacientes reportan aumento de peso durante esta terapia, pero también se debe tener en cuenta que en esta etapa de la vida existen otros factores, como la ralentización del metabolismo basal, que pueden contribuir. Decidir si la progesterona engorda en esta circunstancia depende, en gran medida, de la dosis, del tipo de progestina utilizada y del estilo de vida concurrente.
Diferencias entre aumento de peso real e hinchazón hormonal
Es crucial diferenciar entre el aumento de grasa corporal y la ganancia de peso pasajera por retención de líquidos. Muchas veces, la idea de que la progesterona engorda proviene de estos signos temporales. La mayoría de los efectos de la progesterona sobre el peso son transitorios y se limitan a las fases hormonales del ciclo o al periodo de adaptación del cuerpo a un tratamiento.
Además, cuando se lleva un estilo de vida saludable basado en una alimentación equilibrada y la práctica regular de ejercicio, las hormonas no tienen necesariamente un impacto negativo significativo sobre el peso. Por tanto, la percepción de que la progesterona engorda puede deberse más a los síntomas hormonales temporales que a un vínculo directo con el aumento de grasa corporal.
Cómo mantener un equilibrio hormonal saludable
El equilibrio hormonal involucra múltiples factores: hormonales, metabólicos, de estilo de vida y psicológicos. Para minimizar los posibles efectos de la progesterona sobre el peso, es importante cuidar algunos aspectos clave:
– Dormir adecuadamente
– Mantener una dieta rica en fibra, antioxidantes y ácidos grasos saludables
– Evitar el estrés crónico, que también altera los niveles hormonales
– Realizar actividad física de forma regular
– Evitar el abuso de sustancias como el alcohol o el tabaco
Con estos hábitos, el cuerpo puede manejar mejor los cambios hormonales cíclicos o inducidos por tratamientos médicos, reduciendo así las alteraciones en el peso corporal.
Preguntas y respuestas frecuentes sobre la progesterona y el peso
¿La progesterona engorda siempre que se toma como tratamiento?
No necesariamente. Si bien algunas personas experimentan aumento de peso con tratamientos hormonales que contienen progesterona, esto no ocurre en todos los casos. La respuesta es individual y depende de múltiples factores como la dieta, la genética, el nivel de actividad física y otros medicamentos usados.
¿El peso que se gana por progesterona es permanente?
La mayoría de las veces, el aumento de peso reportado por la acción de la progesterona no es de grasa sino de agua, debido a la retención de líquidos. Este peso tiende a desaparecer cuando los niveles hormonales vuelven a estabilizarse.
¿Existe algún tipo de progesterona que no cause aumento de peso?
Algunas formulaciones de progesterona sintética tienen menos impacto sobre la retención de líquidos o el apetito. Además, los métodos de administración, como el uso tópico o vaginal, pueden tener diferentes efectos sistémicos comparados con las versiones orales o inyectadas. Es importante consultar con un especialista para elegir la opción más adecuada.
¿Se puede prevenir el aumento de peso asociado a la progesterona?
Sí, mantener un estilo de vida saludable es fundamental para contrarrestar posibles efectos secundarios relacionados con las hormonas. Hacer ejercicio, mantener una dieta balanceada y controlar el estrés ayudan a reducir la retención de líquidos y regular el apetito.
¿Es un mito o una realidad que la progesterona engorda?
No es un mito, pero tampoco una ley universal. La relación entre progesterona y peso es compleja y depende del contexto hormonal individual. En algunos casos puede haber un leve aumento de peso temporal, pero esto no se traduce en una ganancia de grasa corporal automática o permanente.
En resumen, aunque existe la percepción de que la progesterona engorda, gran parte de ese efecto puede ser transitorio o estar influido por otros factores hormonales y de estilo de vida. Entender el impacto de esta hormona ayuda a tomar decisiones más informadas sobre tratamientos y salud general.
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