Seguro que a muchos de vosotros se os ha atravesado la asignatura de Lengua Española en algún momento de vuestras vidas, y en especial la parte que atañe a la gramática. Y es que ese conjunto de reglas que regulan nuestra lengua, algunas inexplicables y que sólo entienden los muy entendidos, valga la redundancia, nos puede hacer la vida imposible a la hora de adaptar nuestra forma de hablar a otras más correctas. Pero no os preocupéis, porque a veces ocurren sucesos que nos hacen esta tarea más fácil.
Porque nuestra Real Academia de la Lengua, a pesar de tener tener casi dos siglos de historia, no es tan arcaica como parece, y es capaz de plegarse a los caprichos del populacho, que insiste en usar términos lingüísticos que no son correctos gramaticalmente pero todo el mundo tiene en la boca, nunca mejor dicho. Y es lo que ha pasado recientemente con el imperativo del verbo “ir”, que ha acabado introduciendo en la RAE su forma popular, en vez de la oficial.
Aunque la manera correcta de la segunda persona del plural sea “idos”, la forma que más se utiliza en la calle, sin importar en que lugar de habla hispana nos encontremos, es “iros“. Tan popular es este segundo vocablo, que al fin la RAE no ha tenido más remedio que aceptarlo oficialmente, cosa que ya pasó antes con otras palabras, e incluso con el uso del acento en otras. El uso mayoritario de este imperativo se ha impuesto, redundancia otra vez, para que sea introducido como válido en tan alta institución, aunque por supuesto la Academia no deja de aclarar que la forma correcta sería la primera, con d.
Como siempre, hay defensores y detractores sobre esta iniciativa, desde los que apoyan el uso popular de la lengua española, demostrando que está viva y se adapta a los tiempos, hasta aquellos que piensan que esto altera la forma correcta de usarla. ¿Qué piensas tú?