Puede que si estamos tumbados en nuestro sofá o en nuestra cama viendo videos porno gratis bajo el aire acondicionado puesto a tope, no nos demos cuenta de que el verano y el sexo a veces pueden llegar a ser incompatibles; o más bien, las altas temperaturas y las ganas de sexo, si nos ponemos tiquismiquis, pero es una cosa clara y, es más, comprobada científicamente.
El calor es un mal compañero para la vida de pareja; su principal consecuencia es que se ralentizan los latidos del corazón, con lo que la sangre circula más lentamente por nuestro cuerpo, y hace que todas nuestras funciones físicas también se desarrollen más lentamente. Y cómo no, eso también ocurre con el deseo sexual. El tener un encuentro en plena tarde a 40 grados a la sombra en el mes de agosto casi resulta imposible no tanto por la acción en sí, sino básicamente porque no hay manera de que nuestro cerebro dé la orden a la líbido para que se suba, así de simple.
Seguramente pienses que si ves algunas fotos de guarras en pelotas, de poco importa si estás en verano o en invierno: tú, que eres un gran machote, seguro que te acabas poniendo cachondo si ves una tía buena desnuda. Bueno, no seré yo quién te lo niegue, pero si te pones a pensar, quizá te des cuenta de que ese mismo hecho no sucede con la misma facilidad en verano que en invierno; medítela, y verás que es totalmente cierto. Para poner en concordancia todos los factores físicos que influyen en las ganas de tener sexo, nuestro cerebro necesita una agilidad de la que carece cuando nos acechan las temibles temperaturas del verano, como he dicho básicamente porque nuestro flujo sanguíneo es más lento; eso no ocurre cuando llega la estación fría, así que si en invierno no has podido excitarte en el momento adecuado con un estímulo determinado, habrá que dejar fuera esa función fisiológica.
Pero por contra, es el verano cuando todos los factores que nos rodean dan pie a crear un ambiente más erótico. Los cuerpos van más ligeros de ropa, los días son más largos y las noches son más favorables para estar al aire libre, nos relajamos gracias a las vacaciones ya sea en los estudios o en el trabajo… La gente guapa puede presumir de cuerpazo con toda la tranquilidad del mundo, y los que no lo somos tanto, disfrutar de ellos calentando el ambiente (en sentido figurado, porque en el literal ya se encarga nuestra amiga la canícula). Si la primavera es la que altera la sangre, el verano en sin duda la época en donde más hacemos por volverla templada, vamos, que nos llama la atención eso de tener sexo de ese que llaman “aquí te pillo aquí te mato”, y bien que lo disfrutamos. Entonces, ¿cómo podemos compensar una cosa con otra?
Bueno, pues una idea sería buscar lugares adecuados para poder tener un encuentro sexual, que se adecuen a las características de la estación que nos encontramos. Si conseguimos activar por fin nuestro deseo, no hay que ser un loco e ir al tema en el primer sitio que pillemos, no; mejor pensarlo con tranquilidad y, si se puede, buscar el mejor lugar para ello con un poco de cabeza. Todo lugar climatizado es una buena opción, por supuesto, porque recuerda: si el calor se apodera de tu cuerpo, esas ganas que tanto trabajo cuesta encontrar en la estación veraniega pueden irse como por arte de magia si la temperatura exterior, que no la de tu interior, sube y se apodera de ti.
A veces, viendo porno online, siempre me he preguntado si estos actores de cine x tienen en cuenta esas cosas, o si como otros de otros medios, tienen que rodar en las condiciones más extremas, incluso aunque su mayor herramienta de trabajo sea su propio cuerpo y sea lo que más se ve afectado. Si por alguna razón fuera así, mi más sincera enhorabuena por ser tan profesionales; eso para que digan que ser actor o actriz porno no tiene ningún mérito, jeje.